Nunca destruyas algo a menos que estés preparado para construir algo mejor en su lugar.

noviembre 21, 2020

Esta regla se aplica tanto a personas como a cosas. Es fácil criticar irreflexivamente a otras personas por sus deficiencias, e igualmente fácil encontrar fallas en su trabajo o en situaciones que no son de su agrado. Es mucho más difícil ser un constructor de personas y crear obras de arte, productos útiles o negocios rentables. Asegúrate de ser un constructor, no un destructor de personas y cosas. Cuando criticas las acciones o el trabajo de otros, tus hijos, tus empleados u otras personas de las que eres responsable, asegúrate de que tus críticas sean positivas y estén dirigidas al acto o la oportunidad de mejora, no al individuo. Incluye sugerencias específicas para su aplicación y céntrate en el potencial de éxito.

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