Tratar de obtener sin dar primero es tan infructuoso como tratar de cosechar sin haber sembrado.

septiembre 05, 2020

La Biblia dice que cosechamos lo que sembramos. El suelo más fértil del mundo es estéril a menos que las semillas se hayan plantado, cultivado y nutrido adecuadamente. La relación entre dar y recibir es constante en todo lo que haces. Para tener éxito en cualquier esfuerzo, primero debes invertir una generosa porción de tu tiempo y talento si esperas obtener alguna vez un retorno de tu inversión. Tienes que dar antes de recibir. Todo es cuestión de actitud. En ocasiones, puedes sentirte decepcionado si no se te recompensa por tus esfuerzos, pero si exiges el pago de tus servicios antes de prestarlos, puedes esperar toda una vida de decepción y frustración. Si haces lo mejor que puedes antes de pedir una compensación, puedes esperar una cosecha abundante de las mayores recompensas que la vida tiene para ofrecer.

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