Si debes decepcionar a alguien, asegúrate de que no sea el amigo que te ayudó a levantarte cuando estabas deprimido.

febrero 09, 2020

Todos tenemos recuerdos cortos. Nos preocupamos por nuestros propios intereses y preocupaciones diarias, y es fácil perder de vista a los amigos. Siempre habrá momentos en los que deberás elegir entre lo que deseas hacer y lo que debes hacer. Cuando te enfrentes a tales decisiones, asegúrate de recordar siempre a aquellos amigos verdaderos y leales que estaban allí cuando los necesitabas, y nunca, bajo ninguna circunstancia, los abandones. Cuando decepcionas a un amigo que te ayudó cuando más lo necesitabas, no solo afectarás negativamente la amistad; dañarás seriamente tu propio respeto. Cuando le fallas a un amigo, independientemente de cuán pesadas sean tus propias cargas, también te fallas a ti mismo. Si no puedes hacer lo que te gustaría a los buenos amigos, encuentra otra forma de compensarlos.

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