El fracaso no es una desgracia si sinceramente has hecho tu mejor esfuerzo.

enero 14, 2018

Vivimos en un mundo competitivo que mide el éxito de ganadores y perdedores, e insiste en que cada victoria crea una pérdida de la misma dimensión. Si una persona gana, parece lógico que alguien más deba perder. En realidad, la única competencia que importa es aquella en la que compites contigo mismo. Cuando tu nivel de rendimiento se basa en ser lo mejor que puedes ser, para ti mismo, nunca perderás. Solo mejorarás. Establece el hábito de revisar objetivamente tu rendimiento de vez en cuando. Cuando te quedes corto, evalúa la situación y pregúntate: "¿Hay algo que podría haber hecho para cambiar el resultado?" Si la respuesta es "no", si estás satisfecho de haber hecho lo mejor posible, no pierdas el tiempo reviviendo y sobre-analizando el pasado. Simplemente aprende lo que puedas de la experiencia y luego entra en acción nuevamente. Si siempre haces tu mejor esfuerzo, tus fallas temporales se resolverán por sí mismas.

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