Debes mantener tu mente claramente enfocada en tus metas y debes tener una filosofía de base que te sostenga cuando las cosas se ponen difíciles. Cuando apliques los principios del éxito de manera constante hasta que se conviertan en parte de ti, ya no tendrás que detenerte y pensar en lo que debes hacer en una situación determinada. Tu respuesta positiva será automática. Asegúrate de dedicar tiempo a la reflexión y al estudio. Establece claramente tus metas y desarrolla un plan y un cronograma para su consecución. Lee las obras de escritores motivacionales y los grandes filósofos, y usa el conocimiento que obtengas para desarrollar tu propio código de conducta. Establece tu propia filosofía de éxito a la que puedas ceñirse, día tras día, independientemente de lo que haga el resto del mundo.