Si no sabes por qué fallaste, no eres más sabio que cuando comenzaste.

marzo 26, 2020

Hay un viejo adagio de que aquellos que se niegan a aprender de la historia están condenados a repetirla. Así es con nuestros fracasos. A menos que aprendamos de nuestros errores, es probable que los repitamos hasta que aprendamos de tales experiencias y corrijamos nuestro curso, o nos demos por vencidos y aceptemos la derrota temporal como un fracaso permanente. Cada revés que encuentres en la vida contiene información valiosa que, si la estudias cuidadosamente, eventualmente te llevará al éxito. Sin adversidad, nunca desarrollarías sabiduría, y sin sabiduría, el éxito sería de corta duración. Cuando cometas un error, di: "¡Eso es bueno! Lo he quitado del camino. Nunca voy a hacer eso otra vez." Sin duda cometerás otros errores, pero no te molestarán tanto cuando los trates como experiencias de aprendizaje.

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