Siempre es mejor imitar a un hombre exitoso que envidiarlo.

mayo 13, 2019

De todas las emociones negativas, la envidia es quizás la más insidiosa. Es especialmente siniestro porque te destruye desde el interior al reemplazar todo lo que es positivo y productivo con sentimientos negativos de ira, celos y desesperación. Pero cuando felicitas a otros por sus éxitos y realmente les deseas lo mejor, no solo das crédito a quienes lo merecen, sino que también te sientes mejor contigo mismo. Una vez que hayas superado la envidia, es posible que desees determinar qué acciones específicas tomó la otra persona para lograr el éxito. Mientras tanto, habrás fortalecido tus relaciones al reconocer los logros de los demás.

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