Tratar de obtener sin dar primero es tan infructuoso como intentar cosechar sin haber sembrado.

octubre 08, 2018

La Biblia dice que cosechamos lo que sembramos. El suelo más fértil del mundo es árido a menos que las semillas se hayan plantado, cultivado y cuidado adecuadamente. La relación entre dar y recibir es constante en todo lo que haces. Para tener éxito en cualquier esfuerzo, primero debes invertir una parte generosa de tu tiempo y talentos si esperas obtener un retorno de tu inversión. Tienes que dar antes de recibir. Es todo una cuestión de actitud. De vez en cuando puedes sentirte decepcionado si no eres recompensado por tus esfuerzos, pero si exiges un pago por tus servicios antes de prestarlos, puedes esperar una vida de decepción y frustración. Si haces alegremente todo lo que esté a tu alcance antes de pedir una compensación, puedes esperar una abundante cosecha de las mejores recompensas que la vida tiene para ofrecer.

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