Hay muchas cosas que no puedes controlar, pero puedes controlar las únicas cosas que realmente importan: tu mente y tu actitud. Las fuerzas externas tienen muy poco que ver con el éxito. Aquellos que se programan para el éxito encuentran la manera de triunfar incluso en las circunstancias más difíciles. Las soluciones a la mayoría de los problemas provienen de una fuente y una sola fuente: tu mismo. Vivir la vida al máximo es muy parecido a navegar los rápidos en una balsa de goma. Una vez que te has comprometido, es difícil cambiar de opinión, darse la vuelta y remar río arriba hacia aguas tranquilas. Pero es la emoción y la aventura lo que hace que valga la pena. Si nunca lo intentas, es posible que nunca conozcas las profundidades de la desesperación, pero tampoco experimentarás la euforia del éxito.